Después de pasarme años en la consulta del médico, descubrí la acupuntura, un método de la medicina tradicional china que cuenta con unos 5.000 años de antigüedad. Se basa en la inserción de finísimas agujas en puntos específicos a lo largo de unos meridianos que recorren el cuerpo y que se corresponden con los diferentes órganos o vísceras.
Si el cuerpo y la energía están equilibrados, mediante estas técnicas se refuerzan el sistema inmunitario y el correcto fluir de la sangre por el organismo. Para tratar los desequilibrios se hace una historia clínica un poco diferente de la que realizan los médicos tradicionales, más enfocada a conocer tanto la herencia genética del paciente como su estado síquico, puesto que la acupuntura también se ocupa de las afecciones del espíritu o la mente.
Pongamos un ejemplo. Como todos los que tienen hijos ya saben, la falta de sueño ocasiona un cansancio que hace que te pongas enfermo con mayor facilidad. Los tres primeros años de la vida de mi retoño no salía de la consulta del médico, y como te ponen ciego de pastillas al final desarrollé problemas de estómago que ya me daban por crónicos, lo que me causaba una gran frustración y hacía que me doliera más aún. Alguien me habló de la acupuntura para perder peso, y yo no creo en nada si no me lo demuestran, pero pedí una cita para ver qué tal era. Al principio las agujas impresionan un poco, no duelen pero pueden dar algún pequeño calambre. En mi caso, lo primero que me dijo la acupuntora es que yo no tenía ninguna enfermedad, sino ciertos desequilibrios, en parte por mi propio carácter. Cuando llegué a mi casa había perdido un kilo y medio, y no me dolía el estómago, así que seguí yendo.
Pongamos otro caso, una lumbalgia. La diferencia entre un médico tradicional –tómese tres cápsulas al día de esto- y un acupuntor -¿está usted preocupado por algo?- es tan evidente como la efectividad de los tratamientos: tengo cierta tendencia a padecer lumbociática, pero ahora sólo tengo un episodio anual, me punturan y me voy a mi casa andando, mientras que con el médico tradicional estaría tomando pastillas una semana, finalmente me tendrían que poner una inyección, y al cabo de dos meses estaría de vuelta por la consulta. Yo ya no tomo medicamentos: voy al acupuntor. Tengo además alguna enfermedad seria y he abandonado la medicación tras comprobar que las sesiones periódicas corrigen mejor la dolencia que cualquier medicina… y sin efectos secundarios. Se lo recomiendo a cualquiera, para cualquier tipo de dolencia.
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2 comentarios:
¿Por qué no te clavas una aguja en el cerebro?
Porque está el cráneo por medio, gilipollas.
Además de cobarde, tonto del culo :o//
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