08 enero 2009

Ya estoy de vuelta

Holaaaaaaaaaaaa :oDD

Seguro que no me habáis echado de menos si vuestras Navidades han sido como las mías: un trajín. No es que me gusten especialmente estas fiestas, pero este año he sobrevivido con mejor humor que otros, aunque he llegado a algunas conclusiones:

  1. Que la gente es lo peor. Lo que hemos visto este tiempo último no lo habíamos visto nunca: un niño (bien vestido) que le robaba la comida a mi hija en el restaurante de un centro de ocio, y cuya madre se lo lleva ofendida y sin pedir disculpas siquiera cuando yo estaba a punto de darle un sopapo después de tres avisos; una mujer que va a un concierto de música clásica con sus hijas y no para de hablar en toda la tarde, que para colmo le dices que se callen educadamente y te dice que sus hijas tienen derecho a hablar!! Estamos llegando a un punto en que a la mayoría de los padres habría que hacerles replantearse no la educación que están dando a sus hijos, sino la suya propia. ¿Qué nos hemos criado, en una porqueriza todos?
  2. No soporto las masas. A este respecto siempre lo he tenido claro, pero este periodo vacacional en concreto, más. Se nos ocurrió llevar a la niña a la Puerta del Sol para ver los belenes, y recorridos 15 metros (aunque en verdad no había demasiada gente por la calle para la zona que es) tuvimos que subirla a hombros porque estaba muy dispuesta a darle una buena bofetada al que se le ocurriera empujarla o pisarla. Me cagon diez, que a mi hija no le pasa nadie por encima >>>:o(((( La gente cuando se reune se comporta como ganado, y como tal hay que tratarlo para que te abran paso, no digo más.
  3. La vida es especialmente maravillosa en Navidad, porque si de ordinario te encuentras un montón de curiosos apostados en los estantes que no te dejan comprar a ti, que sí sabes lo que quieres, en estas fechas tan entrañables se multiplica el fenómeno por cinco. Cómo me gustan las multitudes, ¿lo he dicho ya?
En fin, que hemos sobrevivido sin desgracias personales que lamentar, pero cada año me dan más ganas de agarrar los bártulos, a mi marido por un brazo y a mi niña por el otro, y montarnos en el primer avión que vaya a Melbourne. El que avisa no es traidor.

Feliz reincorporación a todos!! ;o)))

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Hola y buen regreso :-)

Tus comentarios acerca de los padres me recuerdan a cuando ellos le reclaman a la escuela porque ésta no "educa" a sus hijos. Cuando en realidad la escuela lo que brinda es instrucción y la educación debería venir desde la casa...
Pero en fin, últimamente el famoso espíritu navideño es cosa de las películas. En la vida real, tanto para aparcar como para hacer compras o ir a un espectáculo, la gente parece una manada de lobos disputándose su "trozo" de alegría!

Saludos

Gesmida dijo...

Y nunca mejor dicho! Deberías ver a la gente peleándose por los caramelos que tiran desde las carrozas en la Cabalgata de Reyes... ni que fueran de oro, es que se tiran como fieras! Quién nos ha visto y quién nos ve :o/