25 septiembre 2008

Citando a una gran pensadora

Chicos, me he puesto al día con mis deberes y acabo de leer algo que me ha llegado al alma. Con su permiso, lo reproduzco.

Mi gran amiga habla de la profesión de periodista, pero cada cual que aplique lo que le toca, que en todas partes cuecen habas.

Que ustedes lo disfruten.

Desde http://forrexter.blogspot.com/2008/09/somos-putas.html

Ana Forrexter

viernes 5 de septiembre de 2008

Somos putas

Conceptos diferentes: reportaje y publi-reportaje. La clave está en el ‘publi’, que parece que hay algunos que no se enteran... cuando esas cinco letras preceden a la palabra ‘reportaje’ significa que se habla de esa empresa que ha PAGADO el texto. Sólo de ellos y de nadie más. Si la palabra ‘publi’ no aparece y el texto es un reportaje en toda regla, el redactor hace con él –siendo un poco bestia- lo que le da la gana. O sea, investiga, contrasta fuentes, habla de unos y otros y, en definitiva, redacta un tema lo más completito que puede que, la mayor parte del tiempo, es casi un milagro porque el periodista español carece de medios más veces de las que quisiera. Cobramos poco y siempre tenemos la culpa de todo. Y no me estoy quejando, porque lamentablemente me encanta mi trabajo. Me gusta mucho lo que hago, pero no por eso dejo de ver que es una putada de trabajo. Mi amiga Ana Belén, antes de pasarse al lado oscuro (O sea, el comercial), lo definió a la perfección: somos mercenarios de la información. O putas. Y en muchas ocasiones hasta nos toca poner la cama.

Y vosotros diréis ¿Por qué todo esto? Pues porque sufro el síndrome del quemado en una fase muy avanzada. Y hoy ha habido un problema con un reportaje –no era mío-: alguien se ha quejado porque no salía sólo y ha armado la de diooooxxxx, con el agravante de que es anunciante. ¿Qué pasa en ese caso? El redactor es el culpable, porque no lo ha ‘tratado bien’. El redactor, la mayor parte de las veces un pobre mil eurista que hace malabares para desarrollar un trabajo digno, no se ha esforzado porque el ‘cliente’, que a otro le deja cuantiosas comisiones, esté contento. Pero de eso no quiero hablar. Lo que sí quiero recalcar es que el periodismo se muere. Casi no existe, agoniza... porque entre unos y otros nos hemos esforzado mucho por hacer que todo parezca vendido y la gente piensa que todo aquel que sale en una revista ha pagado por ello. Así que, ¿Dónde nos deja eso? En lo dicho: somos putas. Y putas –con todos mis respetos para la profesión más antigua del mundo- mal pagadas y con chulos maltratadores.Le doy unos cincuenta años más de vida. Después el periodismo desaparecerá. Por suerte, yo ya me habré jubilado.

No hay comentarios: