19 septiembre 2007

Vaya tela con los pediatras

Ayer hizo mi hija los 4 añitos y estoy de resaca, en el buen sentido, claro. Quiero decir que pasé todo el día yendo de un lado a otro como alma que lleva el diablo, recogiendo la casa primero (que parecía un campamento gitano, es lo que hace no tener asistenta unido a la Teoría del Caos), organizando todo lo de la fiesta después, llevar a la niña al médico... pues sí, pobre mía, le tocaba la revisión de los 4 años, y van y me la vacunan el día de su cumple. Y ni siquiera le querían regalar el palo de mirarle la garganta. Es que hay que joderse :o/

Y a eso iba, a que en los últimos seis meses le han cambiado tres veces de pediatra por el rollo de las oposiciones nuevas que han sacado, que parece que han concedido millones de plazas, pero por etapas. Y claro, la primera vez que llegamos al médico y no estaba el suyo de toda la vida mi hija no quería ni abrir la boca, que es muy suya para esas cosas y si no tiene confianza no le exploran las amígdalas ni con la Guardia Civil delante. Total, que ahí estuvimos luchando con ella, yo intentando convencerla por las buenas, la doctora haciéndole chantaje emocional -que no sabe que con mi niña no funciona porque es una maestra mundial- y cuando por fin abrió la boca, os lo prometo, fue para decir "Es que a mí me gusta Galán". Y la volvió a cerrar. Vamos, que se quedó la mujer con las ganas. Con tres añitos, la criatura.

Esta fue la primera. Le dije que dormía mal y que rechinaba mucho los dientes y le mandó un cultivo de orina (?), que me parece muy bien que se preocupe pero no sé qué tiene que ver la próstata con comer trigo... por decirlo fino. Después vino un suplente que la miraba con asco y no la quería ni tocar, me decía a mí hasta que le subiera la camiseta para auscultarle... Vamos, que me tenía negra. Después de ése ha tenido otro que era saudí o iraní o de por ahí, y que era bastante bueno pero te lo decía todo como de coña. A mí personalmente no me molesta, porque el primero que tuvo era un paquete, un abuelo que no se enteraba de nada, y el bueno, Galán, el que le gustaba tanto a ella, la mayoría de las veces nos mandaba remedios de la abuela en lugar de medicinas porque el hombre estaba en investigación y veía todos los días fármacos que habían dejado de funcionar de tanto utilizarlos. Por mí mejor, que yo fui hippie en tiempos, pero es que este señor además de no querer recetarle nada al crío parece que se reía de la madre por preocuparse por un catarro. Alguna mamá del barrio me lo ha comentado, y yo tuve una vez esa misma sensación, pero conmigo lo hizo una vez, me caló y nunca más se supo. El caso al que me refiero es que la niña tosía mucho. En vez de llevarla al médico para que le recetara el jarabe se lo di yo misma (tenemos un amigo programador que dice que él emula un pediatra en 12 comandos), y no funcionaba. Pasamos al jarabe de nivel 2 y tampoco. Entonces la llevé, le dije a este hombre que tosía mucho, se rió de mí, me dijo poco más o menos que era una exagerada... le auscultó a la niña y le cambió la cara. Entonces me dijo muy serio que no me asustara, que tenía bronquitis, que suena muy mal pero que significa que los mocos se le han metido en el pecho hasta el fondo. Me mandó no sé cuántos potingues y cuando he vuelto a ir nunca me ha hecho esos comentarios de cachondeíllo, porque sabía que yo la llevo cuando está mala, no por pasar la tarde en compañía.

Bueno, pues éste también se fue. Me tocó un novatillo este verano, que más me valía no haber ido, y ayer otra nueva que me tuvo esperando diez minutos porque estaba hablando por el móvil. Vamos que... Y luego dicen que van pillados de tiempo. Pues no le miró la mitad de las cosas que le tienen que ver, y ya salí de allí mosca, pero llego a la consulta de la enfermera... y madre mía. Con todos mis respetos, pero una enfermera de pediatría no es precisamente el perfil que daba. Cincuentona, el pelo color rosa fantasía con permanente, los labios tatuados y pintados de fucsia, un escote hasta el ombligo... ¡Me dio miedo hasta a mí por si me tiraba los tejos! Y ésta me dijo que vaya mierda de revisión le había hecho la otra, pero ella también se lució. Se pone a mirarle la vista a la pobre cría y había en la última línea un dibujo más raro, que ni yo sabía lo que era. Estaba entre el mango de un mortero, una cuchara de aluminio de diseño vanguardista o una bomba de bicicleta, para que os hagais una idea. Y la tía, en vez de señalarle otro dibujo -que los había más pequeños pero más conceptualmente inequívocos- emperrada en que le dijera qué coño era eso. Cuando estaba yo a punto de decirle que lo veíamos todos pero que no lo sabía ni yo, la pobre dijo por fin "Una cuchara" con un hilillo de voz. Y la otra se acerca al cartel y dice "Pues sí, parece una cuchara pero es que menudos dibujos que nos ponen". Por un momento me acordé del chiste de Eugenio del tío que va al oculista.

Vamos, que salí de allí enamorada de la vida y del amor, y convencida de cambiarle hoy mismo a la niña de todo lo que tiene. Serán gilipollas... La una y la otra. Que lo sepan. Que me van a traumatizar a la niña, hombre >:o(((

Y luego dice mi amiga la Aguirre que la de Madrid es la cojoSanidad, cuando en el periódico aparecía hace un par de días que somos -junto con Murcia- los que peor calidad sanitaria tienen de toda España. Que me lo digan a mí y a mi pobrecita hija, que no sabía si le estaban vacilando o es que eran así de nacimiento.

Total, que yo confío en la bondad innata del género humano, en el sistema público y en la justicia española (jaaaaaaaaaaaaaaajajajajajajaja), más o menos por ese orden, pero lo que es por mí que les vayan dando, que me voy a ir al herbolario a aprovisionarme de cosas para no ponernos ninguno malo y se van a quedar con las ganas de vernos el careto. Por listos que son.

La vida es maravillosa cuando tienes que lidiar con tanto inepto que hay por el mundo.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Joder. En serio. Mándale esto a los tíos que escriben House... bueno no, mejor a los de Scrubs... que igual le sacan más partido.

Vaya tela. Por eso yo le tengo miedito a los médicos... :|

No, si España va bien... y los servicios públicos no veas...

Gesmida dijo...

Hombre, esto le viene bien para darse cuenta de que en el mundo hay gente más loca que la de su familia, pero no deja de ser un flipe que a los críos los atiendan tan pero tan mal...

Pobriños ;o)))