Metafísica musical

Buenas a todos, queridos lectores míos de mis entretelas. Llevo toda la mañana con un informe que me trae por la calle de la amargura, más liada que la pata de un romano, y en estas circunstancias es cuando tiro siempre por la calle de enmedio: me pongo música de fondo y al lío, y que sea lo que Dios quiera.


Pues en estas andaba y me he parado un momento para darle vueltas al tema cuando se me ha colado la letra en el cerebro, entre cifra y cifra, y me he quedado de piedra. Es que tiene narices la canción, que en sí misma no esta mal, que mi amigo Selu (El Barrio para los profanos) la canta con total facilidad y además nos deja un detalle en el minuto dos que hasta mi marido -que no le va nada esto- dijo emocionado "qué bonito". El caso es que la canción no es suya, sino de Triana, creo, y viene a decirle a la tía que como no le quiere que a ver si va a ser marciana o algo. Anda, mira qué saleroso.

Yo quisiera saber si tu alma es igual
a la de cualquier mujer
porque a mí me atormentaba
en el alma tu frialdad.

Y claro, luego lo quiere arreglar diciendo que sólo vive por ella y se arranca los pelos del pecho si ella le mira torcido, pero de momento ahí deja la perla. Eso, ahora apáñalo, anda, después de haberlo soltado...
Pero luego sigue, ya que me ha picado el amor propio con este rollo me pongo a escuchar todo el repertorio... Y ojo:

Yo soy aquel que siempre pierde en el amor,
el que mantiene intactos el odio y el dolor (glubs),
el que pasa por la vida como cualquier ser humano.
Estoy tan acostumbrado a perder que cuando gano me enfado.

Vamos, en plan de buen rollo. Vaya tela. O esa otra de la primavera, que dice que vuela como el buitre sobre la carroña que yace en el campo... O sea, lo típico de las flores y el renacer del amor y tal. Pero no todo va a ser malo, también tiene de esas otras que me gustan a mí:

Yo quiero que se pare el tiempo,
que ese es mi castigo,
que las manillas de mi relojillo
desaparezcan cuando estoy contigo.

O también esta otra:

Estando contigo se me parte el alma
se me nublan los sentidos
(...)
Al verte, sólo con verte,
el corazón se me para.

Y esta , que es mi favorita:

Mira lo que me ha pasado,
por querer soñar contigo
de ti yo me he enamorado.
¡Y qué dolor más fuerte siento yo en mi corazón!
Seguramente es porque yo te estoy queriendo perdido en la razón.

Se lo he contado al mar,
anoche en la playa se lo he contado al mar,
que después de tantos años a mí nunca me has querido.
Se puso a llorar,
la Luna en mis brazos se me puso a llorar,
y en un pico de su cara me quedé dormido.
(...)
No puedo, no puedo, no puedo,
no puedo, no puedo, no puedo mirarte a los ojos
porque en lo tuyo ya hay sentencia
y me condenaba a morirme solo.

Me dicen que no te vea
y no puedo dejar de verte,
y cuando te veo de venir
me entran fatigas de la muerte.
Por Dios Manuela, no sé que
hacerte para que me quieras.

El pobre... ¿A quién no le ha pasado esto? Y Manuela comiendo pescaíto mientras este hombre pone la calle perdida con tanta sangre de su corazón y tanto llanto y tanto de todo que tiene encima. Por eso le perdono las otras, porque el amor es así, retorcido y doloroso, grande y mezquino a la vez, generoso y egoísta. El que haya estado enamorado hasta la médula lo sabe.

Ya saben las frías, que vayan preparando un motivo para serlo no vaya a ser que les salga alguno con esto de las marcianas. Aunque la respuesta más fácil es la más directa ;o)

En fin, que la vida es maravillosa cuando hay gente que le canta así al sentimiento humano. Y ustedes que lo escuchen ;o)