Mira, me he enterado ahora mismo de una cosa... que no sé si partirme el pecho a reír o agarrar un arma defensiva y marcharme a hacer estragos. Me explico.
Voy a mi autoescuela de ahora, quedo con mi profe para remojar el aprobado y mientras espero voy departiendo con mi colega Pepe, que es el secretario de allí. Y así, hablando de la vida en general, me dice que cuando pedí el traslado de expediente de donde no quiero nombrar se le presentó un espía de incógnito que, so pretexto de preguntar por las tarifas y tal, se le metió a su cubil a fisgarle la documentación que tenía por encima de la mesa, donde estaba lo mío. Correcto como es él, le explicó lo que preguntaba y lo mandó detrás del mostrador, por buenas composturas. Pues al rato se le presenta el dueño de todas las autoescuelas Cebra, un tal Mariano, con otros dos tíos, en plan mafioso, pidiéndole de mala manera que le devolviera la documentación que yo había llevado "porque era confidencial", que hasta le echó mano a los papeles para quitárselos. Ojo al personal. Y que el pobre profesor estafador estaba traumatizado, con lo responsable que es él con la gente.
Ahora me entero de la movida, y me dice que pensaba que me lo había contado. Claro, yo haciéndome cruces, pero en qué cabeza cabe hacer una cosa de ésas, que si no estás conforme en un sitio tienes total libertad de irte a otro. No dejé deudas, ellos a mí sí, porque se supone que me iban a bonificar en metálico cinco de las clases que di -150 euros de vellón- pero que las perdía si me iba. Y todavía me dice Pepe que hasta han denunciado a la gente por cambiarse y les han pedido indemnización. Vamos, que vengan a pedirme pasta encima. Que vengan, que les estoy esperando. No te jode...
Y yo que ya había abandonado la idea de partirle las piernas a alguien a cuenta de aquéllo de los cuartos que me sacaron por la cara... Cagon tos ellos y en sus muertos más frescos, que no me conocen >:o)))))) Y a cuenta de esto le he contado a mi profe una bonita anécdota que tengo con un matón de barrio drogadicto que me quería intimidar y acabó con el rabo entre las piernas, que cuando nos ve a mí o a mi santo, le falta tiempo para esconderse donde primero pilla. Pues eso, que si nos ponemos farrucos, agarro la montera y el trabuco y luego que me busquen en el monte, jejejejejeje >:oDDDDDDD
Vivir para ver, señores. Vivir para ver.
18 marzo 2009
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