09 febrero 2009

Con dos cojones

Hola, queridos amigos. Hoy toca elegía de un ayuntamiento del sur de Madrid, por su valor y arrojo: el de Getafe.

Ayer estuvimos en casa de mi prima, que se ha ido allí a vivir. También es mala suerte que en nuestra primera visita el GPS nos llevara por toda la zona industrial, porque supongo que el resto será portentoso y tendrá excepcionales e indescriptibles monumentos en las rotondas, como se estila en la zona meridional del Manzanares. Desde aquí quiero decir ¿por qué hacen eso? ¿Por qué nos llenan las glorietas de Leganés, Móstoles, Alcorcón, Fuenlabrada, etc, con Plazas del Coño? Para quien piense que a estas alturas he perdido el poco juicio que me quedaba, les diré que estas obras esculturales y/o arquitectónicas tan ultramodernas y tan de diseño que nos colocan producen a nivel popular el cambio de nombre inmediato del que oficialmente corresponda por el de la "Plaza del Coño", debido a que todo el que pasa con el elemento decorativo recién instalado exclama admirado al contemplarlo: "Pero esto ¿qué coño es?" Y de ahí la nomenclatura de uso común, claro.

Decía que atravesamos la parte que da a la carretera, donde para mi sorpresa y estupor encontré la inspiración que me faltaba estos días en los que duermo tan poco y me despierto tan de mala leche. En estas circunstancias es complicado ser gracioso e incisivo, pero allí estaban mis musas, que no fue una sino cuatro por lo menos. Nada menos que torres de alta tensión en medio de la calzada. Con dos cojones.

Que uno piensa, normal, esto de la expansión demográfica es lo que tiene, adónde vamos a llegar, una torre eléctrica de varias toneladas y los coches esquivándolas para llegar a destino, como vaya uno con dos cañas en el cuerpo por aquí lo primero que se fríe, y lo segundo que deja a media ciudad sin luz para una semana. Joer, qué peligro, y qué falta de previsión también el ayuntamiento, dejar eso ahí, y con una señal pintada nada menos, ni alumbrado ni nada... Pero considerando más detenidamente la cuestión, llega uno a la conclusión de que no es por error ni omisión, sino por que son más valientes que nadie y ¿qué es una línea eléctrica de millones de voltios por tu cabeza cuando eres de Getafe? Los más valientes de España que son, hombre, dicho esto sin desmerecer a ninguna localidad nacional y muy especialmente a Numancia, que es la primera que me vine a la cabeza cuando hablamos de echarle huevos.

Ahora, que lo mejor está por llegar. Me acojoné bastante -y he de decirlo porque así fue- cuando las tuvimos que evitar, pero lo mejor estaba por venir: a una de ellas la han convertido en rotonda poniéndole un enrejado alrededor para que se vea claramente que es peligroso -lo primero es la seguridad ciudadana, por descontado- con lo que aquello de poner monumentos extraños en las intersecciones circulares cobra un nuevo sentido más allá de lo que cualquiera podríamos haber imaginado en un delirio surrealista y febril. Ya no se trata de ubicar cosas indescriptibles en las glorietas, sino que vamos un paso más allá por innovadores y por guapos, y convertimos en una lo último que se podría esperar. Repito admirada: CON DOS COJONES, GETAFE.

Ni qué decir tiene que terminada la visita, que por lo demás nos lo pasamos divinamente, salimos
de este valeroso territorio como alma que lleva el diablo. Por si las moscas.

La vida es maravillosa cuando te rodeas de visionarios.

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