03 diciembre 2008

Las fotos dicen la verdad

Hola chicos :o)

Veréis, meditando sobre las cosas de la vida, concretamente sobre el último año, he topado con un tema interesante: el de las fotos.

En la última época de mi anterior empleo tuve que hacerme unas fotos y salía con una cara de amargada que parecía que le hubiera ddado un trago a un bote de colonia. Y yo pensaba en cómo podía ser, si yo había sonreído e intentado poner cara de simpática. No me lo explicaba, pero allí estaba la prueba. En cambio, cuando unos meses más tarde tuve que repetir la operación, salí radiante y feliz, encantada y sonriente. Sin esfuerzo alguno.

¿Qué había pasado entre una y otra? Muy sencillo, me había librado del lastre de cuatro o cinco hijos de la gran puta -como les gusta tanto decir a ellos mismos- que me tenían más que harta; me había librado de una situación terrible y angustiosa, y además había vuelto a ser yo misma. Por eso ya no salía con cara de funeral. Hay que ver lo ciegos que estamos a veces.

Y el caso es que no hace mucho, mi amiga Ana Forrexter decía más o menos esto mismo, que en la última etapa de su relación hicieron un viaje juntos y viendo los documentos gráficos se le cae a uno el alma a los pies por la carita que tenía ella. Que lo vio en su momento y no sabía por qué, pero ahora que se ha liberado del yugo esclavizador de su ex lo comprende perfectamente.

Así que ya sabéis, las fotos no mienten. Si sales con cara de sota de bastos... malo malo ;o))

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