Pues eso.
De lo de mi padre, a pesar de tener necrosado el 40% del tejido cardíaco, prefieren mantener un "tratamiento conservador", lo que en cristiano quiere decir que hasta que no lo vean a punto de espicharlas, no le van a arreglar lo suyo.
De mis clases de conducir, ahí voy: ya lo he puesto a 100 km/h, cambio todas las marchas menos de primera a segunda, que no sé por qué pero lo hago a cámara lenta, aparco en sitios enanos y a la primera... lo único que me falta es corregir lo que me pasaba también en remo, que me sale el coche disparado en cuanto me descuido un poco ;o)) Es que me traiciona el subconsciente, yo quiero ser prudente pero tengo una genética :o)
De mi niña y su taekwondo, también fenomenal. Pega unas hostias como candados, la criaturita, y eso que no lleva ni un mes. Estamos muy orgullosos de ella, más si cabe que de costumbre, porque además nos enseña en casa a nosotros también a pegar patadones y puñetazos de tumbar a la gente de culo. Lo que nos faltaba, ¿eh?
De mi proyecto, le tengo que dar la vuelta como un calcetín. Por fin he encontrado a alguien que sabe de lo que habla, que me ha orientado por el buen camino y he recuperado la visión de lo útil que me resultará todo este papeleo cuando por fin se de la situación propicia para montar mi negocio. Por cierto, queridos amigos que entráis en www.emprendelo.com con la confianza de que os ayudarán, un consejo sólo: no perdáis el tiempo con ellos, ni con los talleres de creación de empresa (que a lo sumo os enseñarán a hacer la tercera parte del proyecto), ni con los consultores Deloitte, que yo he tenido dos y fuera de revisar los números, no tienen la menor idea de por dónde ponerse con el resto. Hacedme caso y llamad directamente a SECOT, que son gente profesional y han trabajado en esto. Desde luego que la experiencia es un grado ;o)
Por lo demás, he descubierto que estoy perdiendo la fe en todo. Al sistema judicial español ya se lo perdí en el primer juicio que tuve, porque te das cuenta de que no existe la Justicia sino para quien la paga; en el sistema sanitario la acabo de perder del todo, y más cuando ayer vi a un médico diciendo por la tele que ellos no curan casi ninguna enfermedad, sino que ayudan a mitigar el dolor. O lo que es lo mismo, que estamos como en el siglo XVII, pero con mejores medicinas. En la política, ¿habrá alguien todavía que confíe?
¿Qué nos queda? Confiar en la bondad innata del género humano, en las posibilidades de convertirse en idiota rematado que éste tiene, y en que tendremos las herramientas necesarias para superar los problemas que nosotros mismos generamos. O en que nos vayamos todos al carajo antes de darnos cuenta de que no las tenemos, que para el caso es lo mismo ;o)))
En fin, gente, felicidad y armonía. Yo, por mi parte, le voy a terminar otro vestido a mi niña, que es de lo poco que me reconcilia con el mundo cuando estoy descreída :o))
La vida siempre es maravillosa :oDDD
09 octubre 2008
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2 comentarios:
La vida, hermosa, es una puta mierda y eso es lo que deberían decirnos en la escuela, no aquello de sed buenos, portaos bian, ¿cuántas son dos por dos?
Dos por dos, señor mío, son las que quiera el empresario que sean... la tabla de multiplicar tiene poco que decir ahí.
Esoty crispadísima.
Parece que terminamos desconfiando de los sistemas como un todo y a lo sumo, en el mejor de los casos encontramos personas puntuales que nos brindan alguna respuesta.
Bueno: esto sucede, mucho más potenciado, entre clientes y empresas :-)
Saludos!
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