14 abril 2008

Políticamente correcto

Bueno, bueno, tengo que declarar que he sido censurada por no entrar en los márgenes -para mí demasiado estrechos- de lo políticamente correcto.

Y a cuenta de ello, hoy toca clase de filosofía :o) Me encanta esto que dicen tanto ahora los directivos de "hay que decir la verdad, pero no toda la verdad". Vamos, que si doy un pedacito de información veraz y el resto es falso, ya estoy diciendo la verdad. O eso se creen ellos para limpiar su conciencia, que debe de estar como las chimeneas de la peli de Mary Poppins.

Para mí una verdad a medias es lo mismo que una mentira, y me explico con un caso práctico. Yo llego un día a casa y me encuentro al hijoputa del vecino de al lado, que como siempre aparca invadiendo mi plaza de garaje, y como ese día aún no he follado y estoy de mala leche, pues agarro un martillo pilón y le destrozo a golpes el parabrisas. Después me lo encuentro por la calle y le digo, tan cordial: "hombre vecino, a ti te quería yo ver. ¿Sabes que te han molido a golpes la luna delantera del coche?" ¿Le he dicho la verdad? Pues sí, una parte. ¿Me pone eso en mejor posición ante los demás, o ante mí mismo? La verdad es que no. Además de cometer actos vandálicos, voy y me comporto como la mayor hipócrita del mundo. Dos pecados por el precio de uno ;o))) Eso es lo que dicen mis directivos favoritos que hay que hacer, joderle el coche a alguien y avisarle después de muy buenas maneras, jejeje. Suerte que quien me avisó a mí no era el mismo que el que me había redireccionado ;o)))) ¿Lo veis, como aún hay gente en la que se puede confiar? Tanto hace que no entraba a barrer el portal de un blogroll donde me metí, que ni me había dado cuenta de la historia. Pero todo llega, y todo se sabe, antes o después ;o)))

Sea como fuere, yo digo lo que mejor me parece que para eso tenemos libertad de expresión, y la Constitución nos la garantiza. Aunque haya tanta gente que se limpie el trasero con ella, y nuestro des-gobierno lo permita, pero eso es harina de otro costal. El derecho existe, es inalienable y yo lo ejerzo según mi criterio. Cada cual tendrá el suyo, evidentemente, pero yo no obligo a nadie a leerme, ¿verdad? Y hasta aviso cuando se me pone la vena del cuello gorda y voy a decir brutalidades... ¿qué mas de puede pedir?

Pues aquí va mi despedida a mis ex-colegas de Azules. No hacía falta tanto trabajo, ni crear un blog vacío que se llamara igual que el mío para desviar a los descarriados que quisieran leer cómo me han llegado a encabronar los de la puta timofónica de los cojones. Con decírmelo bastaba :o)) Y conste que no lo digo, ni mucho menos, por el amigo que me avisó de lo que se estaba cociendo. Nunca me lo hubiera imaginado, la verdad, en gente adulta y presuntamente respetable, pero así es como lo han planteado.

Un beso para mis amigos, y una patada en los huevos para los enemigos.

Con Dios, y que os vaya bien. Por cierto, dos veces me han rechazado la portabilidad mis amigos de vomistar. He dado de baja el número >:oDDDDDDD

No podréis conmigo, por muchas mañas que os inventéis, porque tengo mala leche y paciencia para cobrarme las deudas.

La vida, siempre siemrpe, es maravillosa. Pero el exterminio masivo me motiva tanto hoy... :o)

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Conque entonces, está confirmado que era adrede. Pos nada, opino que aquellos que seguimos tu blog ya no necesitamos verlo a través de Azules!

Vamos pa'lante, saludos :-)

Gesmida dijo...

Confirmado del todo. Qué majos ellos, menos mal que es una iniciativa al margen de la dirección de la empresa, jejejeje.

Gracias, tío ;o)))

Anónimo dijo...

Dios los cria y ellos se juntan: el pablito y la gesmida, o mejor dicho, Gema Fernandez Clemente Molina.

Gesmida dijo...

Hola, anónimo, si te vas a meter conmigo o con alguno de mis amigos -y encima en mi propia web- más vale que por lo menos te presentes. Maleducao. Y gallina, capitán de las sardinas ;oPPP