22 octubre 2007

Las apariencias engañan

Hola, lo acabo de ver en el blog de Mou, además de el vínculo que nos remite Francisco Gimeno. Hay que decir por nuestra experiencia previa en concursos de la tele que cuando un tío llega y dice que canta ópera lo normal es que sea un Cañita Brava o similar, pero de cuando en cuando sale alguien capaz de demostrar con hechos sus afirmaciones, como este buenazo de Paul Potts.
La sonrisa de "otro que se cree Pavarotti" es lo de menos en esta historia, y creo que la chica del jurado lo resumió muy bien: "Creo que tenemos aquí un trozo de carbón que se va a convertir en un diamante". Es lo que pasa cuando te da vergüenza que los demás conozcan tus capacidades y tu talento. Cuando tienes miedo de lo que puedan burlarse... hasta que la pierdes, y asombras al mundo.

Ojalá hubiera más casos como éste, ojalá más gente se saliera del camino que le tienen marcado para lograr realizarse. Ojalá algún día yo logre hacer algo valioso, siquiera la mitad de bueno que esto.
Hoy sí lo puedo decir con la boca llena: la vida es maravillosa a veces.

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