No os voy a decir de qué, en contra de mis principios. Lo de revertir el término "intimidad" a veces lo llevo demasiado lejos, y siempre está presente el efecto mariposa. La Teoría del Caos se está convirtiendo en mi libro de cabecera ;o)
El caso es que hay que conmemorarlo, porque fue algo que yo no quería hacer, que me persuadieron entre varias personas que apenas me conocían pero que sabían lo suficiente, y que todo el mundo tenía muy claro que había que acabar con aquella situación. Lógicamente tiramos por el camino fácil, pero si no hubiera hecho caso hoy probablemente lo estaría pagando con algo más que mi precaria salud de hierro.
Lo único que os puedo decir para encuadrar medianamente esto es que fue cosa de trabajo. Y gracias a que tengo una familia maravillosa puedo decir que ya pasó. Es algo tan personal que ni siquiera aquí, que es como hablarle a la almohada y que la voz salga por un megáfono desde la ventana abierta de un piso décimotercero, puedo contarlo. Y esto es porque todavía no lo he superado.
Me queda añadir que yo, que nunca me arrepiento de nada porque lo hecho ya no tiene remedio y sólo queda seguir adelante, lamento no haberlo hecho antes. Ahora sólo me queda cambiar de escenario para poder procesar todo aquello con calma y asimilarlo... para poder olvidarlo. Que no es poco, por cierto.
Hoy hace un año. Hoy es un día para meditar.
25 octubre 2007
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