Buenas. Así, cavilando, he llegado a la conclusión de que hago bastante más por la gente en general de lo que hacen por mí. Vaya gracia, ¿eh?
Y no es que me haya pasado nada concreto, es sólo cierto sentimiento de insatisfacción social. En general me vuelco con la gente y cuanto trabajaba de cara al público me adoraban, lo cual mejora mucho mi imagen externa, que no sé cual es pero supongo que me tienen por una tía rara o medio loca, si tengo que hacer caso de mis compañeros de trabajo. El caso es que es un principio de acción mío, dar todo lo que se pueda, hacer por el prójimo todo lo que esté en mi mano y a veces en la de otros a los que pido el favor... para que luego, como reza el refrán, me vea mal pagada y peor agradecida. Me estoy acordando de la expresión de "evidente rencor social". Pues una cosa así tengo hoy, que estoy harta de dar tanto y que me den tan poco.
Y esto me pasa en todos los aspectos de la vida, por supuesto, lo que sucede es que en el círculo personal y familiar son más agradecidos. Cuando hago un favor a un amigo no espero recompensa ni lo apunto en ninguna lista, pero luego te toca la moral cuando pides algo y te dan con la puerta en las narices. Por suerte esto, como he dicho, me pasa más en el ámbito laboral, pero sigo pensando que hay un desequilibrio entre el mundo y yo. Eso no es nada bueno.
Sigo pensando, aun así, que vale más la pena dejar que te engañen, te estafen o te traicionen que andar siempre a la defensiva, pero llega un momento en que te planteas si realmente tiene algún sentido todo esto de la interacción interpersonal. Vamos, que al próximo que pida algo lo mando a Burgos a por queso.
Realmente es un esfuerzo agotador el de poner límites a otras personas, sobre todo cuando son adultos. Yo tenía, en mi concepción idealista del mundo, la idea de que la gente ya venía educada de casa pero claro, depende de quién y cómo parece que no hayan conocido tal en su vida. Y además están los aprovechados, claro, que no se me olvide mencionar al sacacuartos, la sanguijuela o el plasta de "mírame por favor lo del programa de puntos, a ver si me dan algo". Una patada en el culo te voy a dar yo. Abusones, que sois unos abusones y os aprovechais de la nobleza de la buena gente.
Me gustaría decir que esto se va a terminar, pero es casi imposible. Lo tengo muy arraigado ya, pero he de hacer propósito de enmienda, porque como hemos constatado todos en nuestra experiencia personal, te respetan más cuando no haces nada nunca por nadie y todo te lo tienen que sacar con sacacorchos que cuando das todo lo que tienes y ayudas al que puedes. Esto es una verdad inmutable en la sociedad occidental de los últimos años. Será la globalización.
Queridos lectores, estoy pasando una crisis de conciencia. ¿Me dedico a joderle la vida al prójimo, como hacen casi todos los de mi entorno en un momento u otro, o sigo poniendo la otra mejilla? Porque mantenerse al margen es imposible, siempre hay un lado más atractivo, más afinidad por un sector, por un grupo. Y conste que yo no tengo el objetivo de hundir a nadie a priori, pero si me buscan me van a encontrar. Pacifismo activo, se llama.
En conclusión, que o se equilibra la balanza o conmigo que no cuenten. He dicho.
La vida es maravillosa, pero hasta un santo se cansa.
22 agosto 2007
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