Hale, ya he vuelto a la vida (maravillosa, por supuesto), laboral. Oiga, y con mi dormir deficiente y todo, para que luego digan que soy una quejica ;o)
Pues sí, una semanita y media llevo ya de vuelta, y claro, como todo no puede ser, ayer a las ocho y media de la tarde caí en la cama -como mi niña- y he amanecido once horas después... como mi niña también, jejeje. Y es que de verdad que no se puede más, que ahora como muy poco, duermo 7 horas sólo al día (snif, con lo que me cuesta...), tú dirás, he aguantado diez días y luego... pues eso, que estaba rendida. Cómo echo de menos quedarme -qué remedio, si no me dormía ni a la de tres- a ver todas las series de la Sexta para rematar con Los Soprano, nunca mejor dicho. Y esos tres o cuatro capítulos seguidos del CSI, o de House, que algunos ya me los sabía de memoria. Qué tiempos aquéllos, de soledad nocturna y televisiva con mis chicos durmiendo a pierna suelta y yo agarrada al mando de la tele. Pero mira, así y todo, entre andar hasta las tantas viendo series de órganos y vísceras (qué casualidad, todas las que me gustan tienen eso en común...) y dormir once horas, como decían Faemino y Cansado, al charcutero le pueden dar por culo. Y es que siempre ha habido clases ;oP
La vida siempre será maravillosa, pero si se duerme más.
06 julio 2007
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario