Me voy

Pues sí, considerando que las vacaciones de este año pasado consistieron en pasarme el día durmiendo y una escapadita a Asturias, patria querida, ya toca. Nos vamos a Ordesa. Y yo, vistas las previsiones meteorológicas, me pregunto: ¿cómo me habré dejado liar para ir a un sitio donde hace tanto frío? Será que con esto que me pasa de la menopausia me estoy volviendo blanda ;oPPP

Pues ya os contaré, porque yo me lo paso como los indios en una pradera con bisontes cada vez que voy a la montaña, que me da una pereza infinita pero luego lo agradezco un montón. Eso y el desierto me liberan el espíritu. Será por la ausencia relativa de personal, digo yo. Si es que cada vez me gusta menos la gente, coño.

No tiene nada que ver, pero me acabo de acordar. ¿Alguien ha conseguido -fuera de los chinos nativos, claro- hacer nudos de botón de ocho partes? Es que llevo dos o tres días dale que dale y nada, sale una especie de coliflor deforme y me estoy empezando a traumatizar. Voy a tener que dar un par de clases extra de yoga sólo para quitarme la mala leche que se me pone cada vez que lo intento, miro y remiro el esquema, hago todo lo que dicen, y como resultado me queda un churro. Algo no estamos haciendo bien, o los del planito o yo >:o(((

La vida es maravillosa, chicos, sin duda alguna.

Igual ni os lo habíais preguntado, pero a mí ya me lo han dicho unas cuantas veces y por ello lo confirmo públicamente: paso de dedicar un blog incendiario a la gente con la que he estado trabajando los últimos 6 años y medio de mi vida. ¿La razón? Sencillamente porque no merecen tanto tiempo, ni tanto interés. La gran mayoría de gente con la que trabajé fueron, son y serán basura de la peor calaña, auténtica escoria humana (porque no se les puede negar su condición de homo así por las buenas) , desechos de escuela o barrio. Podría dar nombres, pero todos les conocéis: el típico que se pasa la vida escuchando lo que los demás hablan por teléfono, en ausencia de una vida propia; el que tiene frustraciones sexuales para atascar una carretera de cuatro carriles y lo paga con los que tenemos una vida normal; los que quieren ser los cabecillas a toda costa y si no les sigues la cuerda, eres el enemigo; la tía que tiene miedo de que cualquiera que sea un poco más espabilado que ella (que no es nada difícil, creedme) le quite el puesto, y nunca informa ni comunica los asuntos al grupo; el tío que por quedar bien con todos, no lo hace con nadie, que va de guay y luego es un mierda que no se atreve ni a decirte las cosas a la cara; cobardes todos, mezquinos y miserables, esto es lo último que voy a dedicaros en mi vida: paso de vosotros, no merecéis ni mi resentimiento siquiera. Por mí como si os extraditan a Togo.

Y dicho esto, como si le pegan fuego a la Telefónica. Yo ya no estoy dentro, así que allá penas.

Tengo un mantra ideal para estos casos: todo sucede por alguna razón. Lo repito un par de veces al día, y si no hubiera sido por todas las calamidades que he tenido que aguantar, nunca me hubiera ido. Hubiera seguido jodida, mascullando para mis adentros maldiciones o plegarias, y todo por un cochino sueldo de 1.175 euros al mes. Pero qué quieres que te diga, mi vida vale más que eso, mi familia merece más, y esa gente no me importa tanto como para dedicarles más tiempo. Como diría Sara, "que os den por culo y un abrazo". Sin rencor, de verdad, pero no quiero saber nada de esa gente.

Chicos, hay que pelear siempre por lo que uno sabe que está bien, aunque tengas el mundo entero en contra. El mundo, muchas veces, se equivoca de medio a medio ;o)))))))

Llega el fin de semana. Divertíos y disfrutad de vuestra gente porque no van a estar ahí para siempre. Ahora es el momento ;o))))